jueves, 21 de febrero de 2013

El fin del trabajo


Cuando yo era pequeño devoraba con pasión las predicciones para el futuro (lo que ahora llaman “prospectiva”), sobre todo para el tan famoso año 2000. Tanto yo, como otras muchas personas nos hemos sentido muy defraudados cuando comenzaron a llegar los años “futuros” típicos de las previsiones, como 1999, 2000, 2010, 2012 etc… y casi ninguno de los vaticinios resultaron ser ciertos: colonias espaciales en la Luna, coches voladores, robots domésticos que plancharían y nos harían la comida etc…

“En el futuro tendremos una jornada laboral de 2 horas diarias”

            Una de las predicciones más llamativas era aquella que decía “en el futuro sólo trabajaremos 2 horas. Llegaremos a nuestro puesto de trabajo y apretaremos unos cuantos botones y nuestras tareas serán realizadas de forma eficiente y automática”. Jejeje, cuanta ingenuidad ¿no? Pero ¿y si en realidad esta predicción sí se hubiera cumplido?

            Imaginemos un contable, hace unos 100 años, alrededor de 1920. Simplificando mucho sus tareas para ilustrar a dónde quiero llegar, podríamos decir que tenía que elaborar hojas de cálculo de forma manual, por ejemplo de la facturación mensual de su empresa. Para ello disponía de un cuaderno de hojas cuadriculadas y tinta china (los bolígrafos no se inventaron hasta finales de los años 30). Un trabajo duro, paciente e ingrato con problemas como los provocados por los derrames accidentales de tinta que podrían obligarle a repetir todo el trabajo de la jornada. A parte de la rudeza de las herramientas utilizadas, imagino, casi con escalofríos, el final del mes y la demanda del jefe de la facturación mensual en una gran empresa con miles de facturas, las equivocaciones humanas en los cálculos y el olvido de algunas facturas cuando nuestro contable ya ha terminado con todas las hojas impolutas de cálculo… horas y horas extras de trabajo para arreglarlo todo.

            En la actualidad, 100 años después, un contable, con un programa tipo Microsoft Excel u OpenOffice y con un sistema integrado electrónico de facturación y una salida de la base de datos ya en formato “Hoja de cálculo” podría sin duda alguna realizar el mismo trabajo que nuestro afable contable tardaría varias semanas en unos minutos o una hora. Y no digamos la corrección por ejemplo de la omisión de una factura, un “añadir línea” y un “volver a imprimir”…

            Entonces ¿por qué no existe un puesto de trabajo de contable en la actualidad que me paguen por trabajar una hora cada día si voy a ser igual o más productivo que un contable de hace 100 años trabajando 12 horas diarias?

            La respuesta se llama capitalismo. Este sistema económico sólo entiende de márgenes y beneficios. De plusvalías. Y todas estas cosas, cuanto más, mejor. Es una tendencia natural de este sistema económico. En el ejemplo anterior un solo contable no habría podido con la contabilidad de una gran empresa. Habría tenido que contratar a varios, todo un departamento. Y además con departamentos de apoyo, encargados de aliviar la carga de estos, como el pago/cobro de facturas, impuestos etc… Es decir, el esfuerzo económico en términos proporcionales a las ganancias totales de la empresa es considerable. Pero no había otro remedio. Era un “gasto” que tenía que asumir la empresa.

            A medida que nuevos útiles se fueron introduciendo en el mundo empresarial, se iba ganando en eficiencia, velocidad, se iba reduciendo en gastos y en personal. Hoy en día un solo contable con un buen sistema ERP (Enterprise Resource Planning) y un buen conocimiento de una hoja de cálculo puede encargarse de la facturación de una empresa y de todas las cuestiones que antes recaían en los departamentos de apoyo. Los beneficios de la empresa aumentan, la plusvalía también, la empresa se vuelve cada vez más rentable por trabajador, los sueldos de los directivos aumentan y cada vez se ensanchando más la brecha entre su remuneración y la de los trabajadores básicos.

Así que llegamos a dos conclusiones:
1.      La productividad ganada con la tecnología no ha repercutido en una mejora de la calidad de vida del trabajador si no que ha ido a parar a los márgenes gananciales de la empresa.
2.      Una reducción dramática de los puestos de trabajo necesarios para realizar las mismas tareas.

Y ahora, hagamos un poco de esa “prospectiva” de esa que tanto me gusta. ¿Qué sucede si esta tendencia continúa? Básicamente que la tecnología acabará por aumentar esos márgenes de la empresa (su tendencia natural en un sistema capitalista) y a reducir el número de trabajadores, llegan a un punto en el futuro en el que ya no existirá el trabajo básico, entendiendo fin del trabajo como el fin de la venta de la fuerza de trabajo de un obrero para la producción. Sólo quedarán empresarios y directivos y mandos intermedios con todos sus sistemas administrativos y de producción automatizados.

Parece algo increíble. Sobre todo porque mucha gente sostiene que son las empresas las que crean puestos de trabajo. Yo no lo creo así. Yo creo que es un efecto colateral. Puesto que no disponemos de la tecnología suficiente, si yo emprendo y creo una empresa me veré obligado a “gastar” una parte del capital de la empresa en contratar a personal para que realicen todas aquellas tareas que no puedo realizar yo y que no puedo automatizar. Si hoy en día estuvieran disponibles podría “prescindir” de esa masa laboral que lastraría mis beneficios y mi competitividad. Porque hay que ser sinceros y rendirse a la evidencia: nadie en su sano juicio contrataría a 20 personas para su departamento de contabilidad cuando con una persona es más que suficiente. Por mucho que socialmente estuviera bien visto y la buena imagen que daría que alguien volviera a contratar a contables de los de papel, generando muchos puestos de trabajo y reduciendo el paro que tanto nos acosa en nuestros días, nadie lo haría. Simplemente porque no es rentable, la empresa no podría competir con sus rivales y desaparecería.

            No me gustaría que pensaran que son afirmaciones gratuitas. Una simple búsqueda en Google puede ofrecerle los datos de la diferencia de salarios entre trabajadores y directivos, como esta página, en la que encontrarán que mientras que el salario de un profesor ha aumentado un 100% en estos últimos 100 años el de un directivo de banco lo ha hecho en un 242%:


También pueden consultar el interesante artículo publicado en The Tablet:




Dígame en que trabaja y le diré cuando desaparecerá su puesto

            Creo que todo el mundo estará de acuerdo en estas dos siguientes afirmaciones: el desarrollo tecnológico continua creciendo, acelerándose cada vez más hasta hacerse exponencial en los próximos años y casi todas las naciones del mundo se han vuelto capitalistas, con mayor o menor aplicación de las doctrinas liberales.

            Así que es relativamente fácil extrapolar a dónde nos llevarán estas dos tendencias. Las tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial, la nanotecnología y la biotecnología se pondrán al servicio de la empresa y nos volverán obsoletos. En casi todos los dominios. Pero no por malicia, sino porque optimizarán los procesos empresariales e industriales, reducirán los costos y aumentarán los beneficios. Bastante de Perogrullo si lo pensamos.

            Hace muchos años este tema podría entrar en el campo de la ciencia ficción. Pero ya no. Estamos en el futuro y aunque como se suele decir “el futuro ya no es lo que era” hemos entrado de lleno en el siglo XXI, el siglo de las maravillas dónde los sueños tecnológicos más extravagantes de la humanidad se harán realidad.

            Y para saber cuándo desaparecerá nuestro puesto de trabajo, sin llegar a ser adivinos, podemos consultar alguna de las muchas “prospectivas” serias que se están realizando acerca de cuándo llegarán las tecnologías que nos sustituirán, algunas serán más acertadas y otras menos, pero tarde o temprano se cumplirán. En esta imagen podemos encontrar uno de los últimos intentos al respecto:

http://www.bbc.co.uk/bbc.com/future/img/tomorrows_world.jpg

            Les propongo una lista de las profesiones que podrían desaparecer en breve y la tecnología que podría hacerlo:

·         Botones de hotel: Hace ya un año que la cadena de hoteles NH inició las pruebas para la utilización de robots como botones de hoteles. Es posible que en 10 ò 15 años esta profesión sea historia: http://www.hosteltur.com/143100_hotel-novotel-valladolid-incorporara-robot-como-botones.html

·         Empleada del hogar: hace ya muchos años que los robots aspiradores están entre nosotros y ya es habitual encontrarlos a precios bastante asequibles en cualquier centro comercial. Los últimos modelos son capaces de salir a la hora programada para hacer la limpieza, ir a recargarse solos a la base cuando tienen la batería baja e incluso descargar la suciedad acumulada en su depósito. Y por supuesto barren y friegan (http:// www.irobot.com/España). También nos encontramos con robots que planchan camisas (http://www.siemens-home.es/pagina-de-detalle.html?30=&31=hx1CeNiZFIY&32=&14=92444%2622%3D29). La unión de la robótica y la Inteligencia Artificial (unido a la domótica ya presente en muchas casas) acelerarán la desaparición de esta profesión que podría formar parte de los libros de historia hacia el año 2030.

·         Temporeros: estos trabajadores del campo también tienen los días contados. Al igual que las dos últimas profesiones analizadas, los robots vendrán a sustituir a estos trabajadores en unos plazos estimados parecidos a los dados más arriba. Algunas pruebas de que esto ya está sucediendo las tenemos en estos robots que ayudan a la recolección de fresas en EEUU desarrollados por la empresa onubense Agrobot (http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/305767-ingenieros-andaluces-comercializan-ee-uu-robot-capaz-de-recolectar-fresas.html).

·         Recepcionista: el mundo de las oficinas tampoco será inmune a esta tendencia. Ya comienza a ser habitual la sustitución de una recepcionista por un iPad que indique a los visitantes el camino a seguir para localizar un despacho o su equivalente más caro en un robot (http://www.actualidadgadget.com/2009/01/25/saya-es-la-recepcionista-de-actualidad/). Japón, debido a su fobia por los extranjeros, está volcado desde hace décadas en la construcción de robots para no tener que importar mano de obra barata. Es muy posible que esta profesión se archive para siempre en el cajón de los recuerdos de aquí a 15 años.

·         Otros empleos robotizables: para no extenderme mucho y repetirme, podríamos decir que todos los sectores en los que se emplee personas para realizar tareas repetitivas que no requieran de una gran inteligencia o destrezas especiales, como la recogida, ya bien sea de frutas, basuras o polvo, el transporte de objetos, etc… serán robotizadas y desaparecerán en un plazo no superior a 20 o 30 años.

·         Taxista: ya es una realidad tecnológica los coches que se conducen solos e incluso ya son legales en el estado norteamericano de Nevada (http://www.abc.es/20120508/tecnologia/abci-coche-google-nevada-201205081457.html). De aquí a unos años un emprendedor avispado creará un start-up de taxis automáticos, que nunca te engañarán en tus desplazamientos, que te conducirán a tu destino por la vía más rápida y sin atascos para que no pierdas tu avión de vuelta y que podrán hablar contigo del tema que quieras (y darte siempre la razón), que no provocarán accidentes y que nunca te robarán ¿quién puede negarse a utilizar estos servicios? Dependiendo del factor administrativo de su autorización a circular en cada país podríamos empezar a ver los primeros johnny taxi (película “Desafío Total – http://www.youtube.com/watch?v=7D1Qa3oNvP8) en unos 15 ò 20 años.

·         Pilotos de avión: al igual que con los coches, el manejo automatizado de vehículos acabará alcanzando todos los sectores, desde los aviones comerciales al transporte en carretera. Posiblemente estas profesiones se vuelvan muy raras o desaparezcan en unos 30 ò 35 años.

·         Estrellas de rock: predichas en las novelas de ciencia ficción como la famosa “Idoru” de William Gibson (http://www.lecturalia.com/libro/2997/idoru) son una realidad que arrasan ya en países como Japón, con cantantes como Hatsune Miku (de la que soy fan ;-) ) que además de tener su discografía se atreven a dar conciertos en directo (http://www.youtube.com/watch?v=DTXO7KGHtjI). Esto ya es una realidad, pero esta tendencia ¿acabará con los artistas de carne y hueso? Lo que si demuestra es que incluso las profesiones “creativas” que se creían a salvo de la automatización por parte de las máquinas no lo están y que las estrellas de la canción tienen una dura competencia.

·         Actores: La existencia de actores sintéticos, creados por ordenador, ya es una realidad desde hace muchos años. Películas como Final Fantasy (http://www.imdb.es/title/tt0173840/) lo demuestran, así como la reproducción de actores reales de forma sintética que no tienen por qué estar forzosamente muertos pero que son necesarios para ajustarse al guión, como Arnold Schwarzenegger en la película Terminator Salvation (http://www.taringa.net/posts/noticias/2494846/Aparicion-digital-de-Schwarzenegger-en-Terminator-Salvation.html). ¿Serán remplazados todos los actores de carne y hueso por reproducciones absolutamente fieles en el futuro? ¿Qué preferirán los directores, tener su propio inventario de actores que podrán manejar a su antojo (e incluso encasillarlos en ciertos papeles), con un coste ínfimo en comparación a los multimillonarios contratos de las estrellas de Hollywood y sin tener que aguantar sin excentricidades? De ser así, todo el beneficio de la película sería para ellos, la gran mayoría no necesitaría a los productores (todos los decorados podrían estar generados por ordenador con calidad real) y posiblemente las películas serían incluso mejores (lo que no es difícil daba la pésima calidad de las actuales). En unos 15 o 20 años podrían cumplirse esta predicción.

·         Escritores: Hace ya muchas décadas que los ordenadores escriben libros. El primero de ellos, sin contar el libro de poesías escrito en el año 1976, Poemas V2: Poesía Compuesta Por Una Computadora, data del año 1984, The Policeman’s beard is half (http://www.neoteo.com/el-primer-libro-escrito-por-un-ordenador). Desde entonces han continuado mejorando, cabalgando a través de la revolución informática hasta lograr programas como el PCWriter 2008 que genera libros de una calidad suficiente para poder publicarlos y venderlos como la novela “Amor Verdadero” (http://www.geekets.com/2008/01/el-ordenador-que-escribe-libros/). También encontramos programas capaces de elaborar textos que se pueden utilizar como material didáctico y de venderlos en Amazon (http://tec.nologia.com/2012/12/17/programador-crea-800-000-libros-algoritmicamente-los-vende-en-amazon/). O de ayudantes para escribir tu propia novela al estilo Dan Brown. (http://probar.blogspot.be/). Al igual que con los cantantes, es muy posible que durante un tiempo convivan profesionales humanos y cibernéticos pero serán los lectores y los emprendedores-editores del futuro los que inclinarán la balanza hacia un lado u otro, no más allá de 30 años en el avenir.

·         Poetas: hace ya muchos años que los ordenadores escriben poesías. En los años 70 del siglo pasado se publicó un libro de poesías enteramente escrito por un ordenador. Ángel Carmona publicó en el año 1976 Poemas V2: Poesía Compuesta Por Una Computadora (http://luxatenealibros.blogspot.be/2010/02/poesia-compuesta-por-una-computadora.html), y son múltiples las aplicaciones y sitios webs que la generan, con mayor o menor éxito. Correrá la misma suerte que las demás corrientes artísticas.

·         Músicos: También encontramos a los ordenadores presente en este campo artístico, cubriendo tanto los puestos de creación de la música como el ordenador Lamus (http://www.neoteo.com/un-ordenador-capaz-de-componer-musica-clasica) como el de los propios músicos, como Haile (http://refugioantiaereo.com/2006/10/el-primer-robot-musico) o StickBoy, el batería de cuatro brazos (http://www.lanacion.com.ar/1529632-los-robots-tambien-pueden-ser-musicos). Contratar una orquesta musical robótica o convertirse en manager de tu propio grupo musical robotizado será coser y cantar dentro de unos 15 o 20 años, dejándote unos pingües beneficios.

·         Soldados: Otro campo en el que los robots irán haciendo desaparecer los puestos de trabajo generados por los ejércitos de los distintos países. Este cambio será socialmente aceptado por lo que implica que las víctimas del campo de batallas no sean seres humanos. Quizás debido a la ética que habría que desarrollar para dotar a las máquinas de armas y la capacidad de matar esta sustitución se retrase un poco pero no más de 40 o 50 años (http://tn.com.ar/internacional/un-robot-el-proximo-soldado-de-estados-unidos_071163).

·         Personal médico: Las ciencias médicas verán paulatinamente reducir sus puestos de trabajo a medida que la nanotecnología sea capaza de curar y mantener en buen estado los cuerpos humanos (http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/709637.disenan-nanorobot-para-tratar-enfermedades.html) y la robótica vaya sustituyendo a los cirujanos con una precisión muchísima más alta, sin cansancio, sin temblarle jamás el pulso, sin errores médicos (http://www.solociencia.com/medicina/09071702.htm). Esta sustitución empezará tímidamente y podría haberse completado en unos 50 o 60 años.

·         Robots industriales: Pero no sólo perderán sus puestos los trabajadores humanos. También sus colegas robots de la primera generación de trabajadores automáticos de las fábricas perderán sus empleos y pasarán a formar parte de la chatarra de algún vertedero cercano ya que la revolución de las impresoras 3D ya está aquí, que acabará con la producción industrial de objetos de aquí a 20 o 30 años: en nuestra propia casa podremos imprimirnos desde simples piezas para reparar nuestros objetos cotidianos, pasando por nuestra ropa, llegando a poder imprimir nuestro propio coche. Incluso armas, saltándonos la prohibición vigente. Ya se encuentran disponibles modelos a precios relativamente asequibles, a partir de 600 € (http://www.xataka.com/tag/impresora-3d).

·         Meretrices: El oficio más antiguo del mundo tiene sus días contados cuando auténticas expertas en el campo sexual sean capaces de satisfacer los deseos de los hombres, con la atrayente posibilidad de poder hacer el amor con una conocida actriz de cine o con tu ex, para rupturas no esperadas (http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/10/navegante/1263112978.html). De 20 à 25 años.

La lista sería interminable por lo que me paro aquí haciéndoles una reflexión. Tengan la profesión que tengan, están en una zona de riesgo. No tanto a corto plazo, pero si a medio y largo plazo. Quizás piensen que no les va a afectar, que se habrán jubilado para entonces, pero eso ya no será posible. A medida que vayan desapareciendo las profesiones y las afiliaciones a la Seguridad Social y la reducción del cobro de impuestos por parte del estado de los trabajadores, el pago de las pensiones será imposible. No le quedará más remedio que trabajar el resto de su vida… si encuentra algún nicho que las nuevas tecnologías no hayan trastocado por entonces. Y la solución de emprender sólo será viable para una cantidad muy reducidas de personas.

            Pero no se preocupen por nada, que el gobierno lo tiene todo previsto. Las reformas laborales presentes y futuras irán destinadas a facilitar el despido en masa de los cientos de millones de trabajadores que se quedaran obsoletos a medida que las tecnologías los vayan sustituyendo. ¿Para qué incentivar la contratación en un mundo futuro dónde no existirá la demanda de trabajadores?


El futuro no está escrito

            A pesar de la inevitabilidad de todo lo expuesto en este artículo, el futuro no está escrito. De hecho, podríamos sufrir una catástrofe apocalíptica que desdibujara este futuro hasta hacerlo irreconocible, como un impacto meteórico de un destructor total o una invasión alienígena. Hechos altamente improbables pero no imposibles. Y desde luego muy poco predecibles.

            Dejando al margen este tipo de hechos y centrándonos en escenarios más probables, dentro de estos, tenemos también una enorme variedad de ellos. Sin embargo, para no hacer eterno este artículo voy a resumirlos en dos tipos de futuros posibles (la gran mayoría se ajustaría hacía uno de los dos): el distópico y el utópico.

            En el escenario distópico nos encontramos una evolución lineal de los acontecimientos. Los gobiernos, títeres de las grandes corporaciones, continúan legislando para facilitar la implantación de este nuevo modelo de economía, de las grandes ganancias de los “empresarios” y del modo de vida “low cost” de la inmensa población. Esta tendencia existe ya (reformas laborales orientadas hacia los EREs salvajes) y la lowcostumización de todos los servicios y productos, como en los viajes (líneas aéreas), las tiendas que evolucionan hacia un modelo low cost como Dia o hacia la nueva clase social de lujo como El Corte Inglés, los bares, los restaurantes de comida rápida (que están conociendo una etapa dorada), etc… La gente, millones y millones de parados en todo el mundo se hacinarán en superrascacielos, sin haber trabajado nunca y sin posibilidades de hacerlo en el futuro, cobrando la pensión de supervivencia y tratando de vivir vidas invivibles. Echen un vistazo a cómo será su vida en un futuro aterradoramente cercano en este cortometraje de ¿ciencia ficción? Llamado “Un día perfecto”:




            Y si no me creen, ya han empezado en España los sorteos de puestos de trabajo, como en este magnífico corto de ciencia ficción, miren estas noticias reales:


            El escenario utópico tiene muchas menos probabilidades de producirse, básicamente porque implica que los que dirigen el mundo no están ni remotamente interesados en él. Hablo de futuros como los que intenta llevar a cabo “El Proyecto Venus” de la mano de su creador y promotor, al arquitecto Jacque Fresco o la implementación de una nueva economía, denominada Azúl por Gunter Pauli o la  economía del hidrógeno de Jeremy Rifkin. En todas ellas se elimina el capitalismo liberal como motor de la economía movida sólo por el beneficio propio, no colectivo y el crecimiento continuo (algo que nuestro frágil planeta soporta cada vez peor) à través de la obsolescencia programada, ayudada por el marketing y la publicidad.



Para que este futuro utópico se desarrollara tendría que darse una serie de cambios sociales que dependen de la gran mayoría de la población:

·         Cambio político: sustitución de la democracia representativa por democracia directa, evitando así toda la posible corrupción derivaba de la acumulación de poder y sobre toda, de la perpetuación de un sistema que sólo beneficia a unos pocos en detrimento de la gran mayoría de la población.
·         Cambio económico: adopción de economías basadas en los recursos y en la forma en la que se organizan los ecosistemas naturales, evitando la centralización y una vez más la acumulación de poder y la corrupción y el abuso derivados de esta.

Curiosamente ya hay indicios e iniciativas que nos podrían conducir en la buena dirección, que aunque en estado larvario nos dejan un rayo de esperanza, como son la creación de los Partidos políticos PDI (Partido de Internet) o el Partido X, las denuncias sistemáticas de personas y vídeos en las redes sociales sobre la “obsolescencia programada”, movimientos sociales de amplitud planetaria como el 15M y tantos y tantos otros proyectos puestos en marcha para salvarnos a todos del infierno que se avecina para la gran mayoría de nosotros ¿Estaremos a tiempo de salvar la Tierra?


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